Camaleón, yo no te entiendo.
Vas paseando por la vida como un alma atormentada,
ya no nos miramos más a los ojos;
ya no somos los que éramos, antes.
-¿Qué "antes"?
-El Pasado.
Camaleón, ya se hace tarde.
Sin tomarnos las manos, caminamos lentamente,
ya no suenan los silbatos de los trenes;
ya nada es lo que era, antes.
-Selva mía, nada es "antes".
-Si te extraño, hubo un Pasado.
-Si te aferras a mi torso como un ancla...
-Soy un ancla, Camaleón.
-Vamos, hace frío.
-¿Volvemos a amarnos?
-No, eso era "antes".