Nostalgia. Manos a los bolsillos. Un paso tras otro. Balanceo al esperar. Banda elástica. Ruido nasal. Desinterés. El mundo abre sus telones y me dejan ver(te).
Pero, ¿cómo hacer para verte si estás mucho más lejos?
Hay un auto que pasa y me da frío. Me saco el morral y amenazo con golpearte. Pero vos no te das cuenta, vas más adelante. Y te miro y te inspecciono. Y busco eso que antes estaba. Y te reís de costado, y me decís algo que verifica muchas cosas. Te contesto. Te das vuelta.
¿Vas a entrar? (me muevo) Eso es un sí.
Otra vez hacés ruido, ruido que yo no sé.
-¿Tenés hora?
-Sí.
Más ruido. Volvés:
-¿Hora?
-Siete menos veinticinco.
Más ruido. Cerrás la puerta. Me doy cuenta porque lo escucho y veo el contorno de la luz en el piso. Me pongo a leer en susurros. Historias, poemitas, que en realidad ya me los sé. Me colecciono las palabras y cantarte alguna que otra canción. Tu gato siamés se me enreda entre las piernas.
Salís. Estás cambiado. Y te veo tobilleras. Te vas, volvés, me ofrecés papeles.
-¿Pasás por ahí?
-No, voy a atravesar la pared. No, no paso por ahí.
-¿La abrís?
Forcejeo con los pies, tengo las manos en los bolsillos. Triunfo.
-Subí.
Lo hago.
-Ahora bajá.
Lo hago.
-Caminá.
Lo hago.
-Está bien. Está bien, ¿no?
No contesto.
-¿No? -Insistís.
-No. No está bien.
Silencio. Me muevo.
-Vos no estás bien.
Me voy.
Te quedás atrás.
-Está abierto.
Me doy vuelta.
-Está abierto.
Abro la puerta con brutalidad.
-Gracias.
Camino. Te veo acomodar los papeles. Me detengo ante una puerta. Le saco una foto. Mientras tanto, uno de los papeles se te vuela. Seguimos.
-¿Hoy es viernes?
-No.
-¿No?
-No.
-¿Y qué día es?
-...No sé.
Dudás, movés los labios pero no decís nada. Volvés para atrás. Te sigo. Estás por cruzar. Te grito:
-Es viernes.
-¿Segura?
-Sí. Viernes, Robinson Crusoe, Friday.
-¿Quién es Robinson Crusoe?
-Un tipo que se quedó en una isla. Conoció a un indio y le puso Viernes. Bah, supongo que Friday.
Caminamos. Seguimos.
-¿Segura que es viernes?
-Sí... mi sentido arácnido no falla.
Pasa caminando una mina:
-Disculpá... ¿hoy es viernes?
Te contesta con cara de "Obvio, pendejo."
-Bueh.
Me río. Me preguntás (o no).
-No te haré reír pero al menos te creés mis mentiras.
Caminamos. Te pregunto:
-¿Adónde se va la gente cuando se tiene que ir?
-A buscar.
-¿Qué?
-Cosas.
Veo dos chabones abrazados. Me surge cantar:
"Love is in the air. Everywhere i look around. (Improviso:) Love is everywhere. Anywhere but in your mind..." Te miro. No te das cuenta.
-¿Vos vas a buscar algo?
-Sí.
-¿Qué cosa?
-...Conocimiento.
-¿Vas a un kibbutz?
-No.
-¿Vas a nadar en un diccionario?
-No sé nadar.
-¿Vas a tragarte una enciclopedia?
-No creo. ¿Te digo adónde voy?
(Asiento)
-¿Te digo?
-Sí, nene.
[...]
-¿A eso? Qué aburrido.
Te tenés que ir.
-Saludame.
Me voy, corro las sillas de unas mesas que están en la vereda. Me voy. Me voy y me pierdo. Otro día, otra vez, ¿será posible? El único.
Mañana se muere todo. Y vuelve a empezar de nuevo. Que sea un día común para vos.
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