3.2.12

Sin título III

Y es así, te agarra la loca y te metés en un VHS para planchar tu piel; todo menos la ropa. ¿vos compusiste eso? un silbido muy Kill Bill, no, alejate. Hay unas aguas que se mueven, se sacuden tan selváticas. Me parezco a tu mamá, no la conozco, pero seguro me parezco. Algo que empieza en mis pies y termina en mi ilion. Acercate, ¿ves? acercate a mí. Es un fuego, es un juego, es un miedo, es un silbato eterno. Amor, en un aleteo, cuando íbamos en bandada, me dijiste "qué difícil es lidiar con el cielo, nena.". Te desenchufé y todo siguió como si nada. ¿Estás solo ahora? Hay una sombra atrás mío, me sigue a todas partes. Estoy dormida. Estoy en un sueño. Vos sos mi sueño. Veraniego, malo, malísimo. Me gustan las botellas que guardás en la heladera, todas tienen formas graciosas y lindas, como tu sonrisa. No entendés, ya sé. Jamás es una escalera, siempre es un ascensor. Hablame, enfurecé, griñí y reíte de lo mucho que te quiero, de lo mucho que no sé, que no entiendo. Vos estás allá, acostado ahí, tan enfermo (ermo, ermo) que se te confunden los párpados con los omóplatos; ah, te saltan como flechas cuando forcejeás para alcanzar el balde al pie de la cama. Acercate. Ando en puntas de pie esquivando los vidrios. Qué pequeños, ¿no? Todos se ríen, se distorsionan cuando llueve. ¿Nos amamos? Es buena idea. Justo hoy, que es una noche tan...

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