20.10.13

El cuerpo

Y si bien es mucho más fácil abalanzarse sobre lo que no nos pertenece y claramente no nos necesita...

No sé de qué maneras describir los cien espacios
que tan bien esquematizaron mis ojos todos estos años
condensados en un día,
desde lejos, todo parece triste.

No sé con qué palabras empezar
básicamente, todo era triste
y quizás por eso tanto asombro
el no-cielo y además la luna.

A donde se aglomeran mis historias
y van a parar todos pájaros primaverales
lo perfumado del frenesí y mis angustias
barridas por planetas de pasto.

Me hubiese entregado completamente,
iris en no-cielo pero la luna
comprender la piel, el agua, las voces
natura mortis para qué la escuela.

Entonces me convertí en un niño aventurero
que sale, todos los días, con sus dispositivos básicos,
su séquito de caras con tierra y remeras estiradas
juego a las palmas rojas.

Casa es hogar cuando elementos procesados
y acá una persona en el césped
creo que está desnuda pero feliz
le sale humo de la boca seca.

Aleteo rincones de arbustos matorrales
donde el instinto indistinto de género
se acomodó para no tener frío,
para no tener miedo o pis o dolor.

Al llamarle no respondía,
la piel blanca y estriada en las caderas,
gran cantidad de lunares surtidos
el hueso de la muñeca, intentando salir

Una montaña de hojas como cabecera,
asientos esporádicos, las curvas y las mariposas
en general los seres vivos
y su lenguaje de músicas tristes.

La dimos vuelta con unas ramas,
las vértebras lumbares asomaban como hongos
el pelo seco y la salvia adherida a los codos
barro tras las uñas, en las orejas, pubis frío.

Los demás corrieron, yo me quedé mirándola.
Me acerqué a su rostro inmóvil
mis rodillas flexionadas para repetirlo:
párpados abiertos, no había iris en sus ojos.

Abrí la boca y mi mano a ella
soy un niño aventurero con mis dispositivos básicos,
el frasco de coraje golosina de curiosidad
descansé todo mi peso en las pantorrillas.

Diez centímetros de aire entre nuestras narices
aún vapor de hielo emanando de sus labios
atravesé mis dedos por sus curvas efímeras
inhalé los mil secretos a mi frasco de vida.

La baba hecha salobre, pimienta en lo nasal
cristales gelatina brotando de caudales
y mis dientes tibios, chocando como palmas
en mi cerebro un remolino de gélidas memorias.

Lo supe cuando lo era, apenas pude
una neurona o dos festejaron el chispeo
yo le puse la mano sobre el plexo solar
y la torné un arácnido, por pálidas costillas.

Entonces yo era un joven florecido
aún las manos sucias y las uñas comidas
mis finos dedos paseando por el cuerpo en el césped,
dibujando rulos en su superficie.

El gran hueco entre los pechos, espacio en blanco
pequeña curva de masa y clavículas y tórax
proyecto en su piel mi instinto, fluye de él su género
fémina en el césped desnuda y yo humeante.

El ilion punzante, canaleta de abdomen aljibe de ombligo
mis articulaciones son la roldana y mis brazos la cuerda
deslizo las palmas como por obligación,
mi euforia en la gota de mi frente a su pelvis.

Pero vuelvo los ojos a los suyos relámpago
mientras mi imán es la mano en la mandíbula
la mía temblorosa pero labios colisionan
cascada sanguínea, calor en sus mejillas.

Sabor que tiñe la respuesta, en suavidad cóncava
y entonces la presión cerca de mi oreja,
me había devuelto la pasión en gesto,
su mano en mi nuca, una pierna flexionada.

Ahora marrón a sus ojos, el plato y pupila humanos
primero su vista al cielo, luego a mi rostro-boca
Sonriente, dejándome ver, incisivos percudidos
pero la presión de nuevo y su lengua fría.

Calor en general, como activos seres vivos
el instinto indistinto de fantasía realidad
mi torso roldana y miembro el balde
sumergido en lo correspondido del sentir.

Sentir como hábito inusual, que nace de las brasas
el ave dibujando el infinito en su existencia,
sentir los elementos procesados y la música de un sexo
tan extremo y ágil en sus mitades húmedas.

El césped mi ángulo, un perfume familiar
al juntar los párpados, instantáneas de mi Edén,
y es mi Edén el cielo y las ramas enmarcándolo
ahora al mismo tiempo vuelto un nuevo ángulo.

Surgiendo del éxtasis y de entre nosotros,
un vapor de hielo saliendo de mi cuerpo,
natura móvil, esta fue mi escuela,
ahora electrificando un cruce inmediato.

En el momento justo, en el resplandor vespertino,
en la piel pálida y los ojos recientes
en la vida devuelta, ya mi frasco vacío
me despojé del joven como así del infante.

Entonces yo era ahora el cuerpo en el césped.

Sin saber que yo fui siempre el cuerpo en el césped,

cuando iris en no-cielo pero la luna,
cuando dispuesta a la entrega, el viaje de mi alma.

Ahora semilla creciendo en mi vientre,
ahora mañana, ahora futuro.

8.10.13

16 pm y miércoles

tengo el chupetín por el palito
mameluco lollypop pirulito
24g cereja, uva, laranja, maçã -não contém glútem.

el contraste
la bizarreada
mi monedero redondo de Disney

Miracle me hizo llorar dos veces consecutivas
(porque el año pasado yo la puse en repeat
y repeat y repeat hasta que se pintaran las letras
con esa birome negra trazo fino)
y era esa época
ahora no me queda más que llorar
por algo que es real y tan hermoso
el ojo del arte, el ojo en mi arte

al final no me salió,
yo (en resumidas cuentas) soy de sabores frutales surtidos

ahora no me queda más que llorar
por esa promesa que no supiste cumplir

y despojarme despacito de esta última capa
de cebolla que solía llamarse angustia